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Estancias contra el tiempo

Esas letras de sueño o cal, los ocres y los azules, los versos, la catedral y la Alhambra bien podrían, José Manuel, anticiparse a este blog, o a este libro, en que la obra original del artista aspira a ser parte consustancial del volumen, como lo es de la bitácora. Ambiciona formar parte de él siendo aun obra única, con sus relieves, sus colores y sus texturas.

En esta filosofía del nuevo libro, del blog, del ideario de ideas y de formas, la obra original otorga un nuevo concepto a la vieja noción de la lectura. Ahora es posible, así, integrar en las páginas escritas, como parte de un todo, como pieza del mismo relato, un pliego de tactos inverosímiles, un grabado convenientemente firmado y numerado, una estampa única.

Los versos de Lorenzo Higueras a la catedral:

Susurra
como las sombras que susurran
como una sombra de otras sombras
como sombra de sombra que alojara
la materia prima o el discurso

Y a la Alhambra

Letras de sueño o cal
edifican clementes
estancias contra el tiempo

pretenden constituir, junto a otros soportes y otros géneros y estilos, un solo cuerpo, literario y artístico, en el que la historia, se diría, adquiere formas con distintas sintaxis. Comunicación, al fin y al cabo, en la consideración de que no sólo la palabra es el único cauce expresivo.

Susurra | como las sombras que susurran | como una sombra de otras sombras | como sombra de sombra que alojara | la materia prima o el discurso
Susurra | como las sombras que susurran | como una sombra de otras sombras | como sombra de sombra que alojara | la materia prima o el discurso

**José Manuel Peña

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Una cuartilla en un libro

Te leo, Laura, en tu blog.
No me conoces. Me llamo Álvaro.

He seguido tu bitácora desde que la comenzaste. He leído los textos de tus amigos, y en muchas ocasiones he
estado tentado de escribirte, de participar espontáneamente en tu blog, como lo hago ahora, pues este cuaderno tuyo de internet me recuerda la costumbre que mi padre tenía de “responder” a cada libro, a cada lectura, cada vez que leía un libro en su biblioteca.

Verás: él tenía el hábito de escribir un comentario de todos los libros que le gustaban, o que no le gustaban. Por eso, de casi todos los volúmenes que llenaban los anaqueles de los estantes de su inmensa biblioteca sobresa lía una cuartilla en la que podía leerse la opinión, o las notas, que él había escrito sobre aquellos volúmenes; ya fueran de ficción, de historia, de ensayo, o de poesía. Así, resultaba curioso el hecho de que de casi todos los libros sobresalía una hoja manuscrita, como si él interviniera, de esa forma, en las tramas, en los géneros y en los estilos que poblaban su biblioteca de historias, leyendas y versos. Seguir leyendo Una cuartilla en un libro