Detrás de las palabras

¡Ah, si pudiese navegar por el espacio
que envuelve las palabras!
Giran
en el caos y forman nebulosas,
libros tal vez, o se alinean
simplemente, como los astros, dando
lugar a una sentencia, a un verso, a este verso
que se debate en la agonía
de encontrar un significado.
Giran
y giran, pero tienen
zonas oscuras a las que no llega
la mente que las ilumina.

¿Qué ocultan en la parte
que permanece en sombra? Nacen
de una explosión y escapan
de su desastre original y, solas,
se forman a sí mismas, sin más leyes
que las que rigen en su propia órbita.

Algunas chocan entre sí, soltando
incandescentes chispas que originan
la inspiración de los poetas; otras
se quedan a años luz: son el lenguaje
de los dioses; algunas
se acercan y se dejan
acariciar domesticadas; otras
se quedan rezagadas
en los caminos de la historia. Todas
atrayéndose, acaso
repeliéndose, envueltas en su atmósfera
silenciosa y distante.
¿Cómo alcanzar su cara oculta?

¡Ah, si pudiera navegar por el silencio
que envuelve las palabras!
**Rafael Guillén

Si pudieras navegar por el silencio que envuelve las palabras, Rafael,si pudiéramos todos alcanzar los matices y los significados de cada vocablo y de cada silencio y de cada verso. Si acaso pudiéramos desentrañar ese gran universo que hay detrás de cada frase, de quien la dice y de quien la interpreta; si pudiéramos captar todas las emociones, todos los sentimientos, las almas sensibles de quienes urdieron cada verso, cada estrofa, cada relato, cada pintura, cada fotografía. Sabríamos entonces que la lectura de un libro es infinita y que cada estrofa, cada palabra, cada imagen, llega a cada uno de distinta forma, y cada cual la percibe de manera distinta en sus entrañas.

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